Si te lloro preocúpate, prepárate y hazte la idea de que ya no me verás, no apareceré, no me sentirás. Si te lloro entiende que no fue fácil para mi pero me alejé, aunque sólo después haber peleado, haberlo dado todo, haberme entregado. Lucho por lo que me importa, por lo que quiero, por lo que necesito; pero si te lloro, tal vez entendí que no te importo, no me quieres, no me necesitas. Si te lloro es porque acepté que no estás conmigo, que nunca lo estarás, que nunca lo estuviste. Si te lloro entiende que no quise dejarte, pero las largas noches, los fríos invernales y el silencio en la habitación te reclamaban mientras yo oculta bajo las sábanas te esperaba. Si te lloro imagina que yo no existí porque me iré a donde no me encuentres, a donde no me pienses, a donde no me extrañes; aunque no habrá mucha diferencia a como me tienes hoy. Si te lloro nadie me verá, nadie me escuchará, a nadie le importará; pero tal vez un día la oscuridad me descubra y entonces no te podré negar, porque si te lloro me verá a los ojos y entenderá. Porque son aquellos ojos que tu decías amar, aquellos que no parabas de mirar, aquellos que admirabas porque te decían la verdad. Prepárate, porque ésta noche la oscuridad y yo nos vamos a encontrar y si te lloro, tal vez mis ojos me delatarán. Así que no te asombres si los miras y ya no te ven igual, pues ese día te contarán sobre aquella noche en la que te lloraron sin parar.